El organismo sanitario busca agilizar la relación comercial con el vecino país, que importa carne bovina a nuestro país en cifras muy bajas.
Con el objetivo de agilizar el comercio con Brasil, el Servicio Nacional de Sanidad (SENASA) aprobó protocolos para facilitar el ingreso de cortes vacunos desde ese país. La noticia causó un gran impacto mediático, sobre todo por el antecedente cercano del escándalo que se vivió en el gigante del Mercosur por la importación de carne bovina en mal estado.
Un breve repaso por algunas cifras permitirá medir e verdadero impacto de esta medida. En primer lugar, el comercio de carne bovina con Brasil está abierto desde hace tiempo. De acuerdo a SENASA, en 2016 se exportaron 96.758 toneladas de carne fresca a ese destino, (tercer mercado en importancia) y se importaron desde el mismo lugar 1.999 toneladas, que representa el tercer ingreso detrás de Uruguay y Paraguay, que vendieron a nuestro país 20.000 toneladas en conjunto.
Estas cifras de importación suelen preocupar al público de las ciudades. Pero en concreto, ¿hay motivos para mirar de reojo el ingreso de cortes bovinos de otros destinos? La producción argentina de carne en 2016 se ubicó sobre las 2.5 millones de toneladas, mientras que las importaciones en ese mismo período fueron de 22.000 toneladas, de acuerdo al SENASA. Esto representa un 0,8 del total de carne bovina producida, un porcentaje exiguo.
Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA) fue claro al respecto y señaló “que el mercado de Brasil nunca estuvo cerrado”. En este sentido, explicó que en el futuro podrá ingresar carne magra, que tendrá como destino la fabricación de salchichas y hamburguesas. “La carne de cebú brasileña es baja en grasas y se adapta bien para estos productos”, remarcó.
En la misma sintonía, el consultor Víctor Tonelli estimó que el ingreso de carnes desde ese país se moverá en sus cifras habituales, con ingresos de carne de baja calidad para la industria. En relación al escándalo que sacudió Brasil el pasado mes de marzo, el analista manifestó que “las plantas que exportarán a Argentina están autorizadas por el SENASA”. También añadió que los exportadores brasileños están en proceso de recuperación de mercados externos.
Esta noticia llega en un escenario de preocupación por el incremento de importaciones vinculadas a la cadena agroindustrial, como el caso de carne porcina, frutas, hortalizas y maquinaria agrícola. En el caso de la carne bovina, la importación se mueve en sus cifras habituales, mientras que en los rubros mencionados con anterioridad existen serias preocupaciones, como la posibilidad del ingreso al país del Sindrome Respiratorio Reproductivo Porcino (PRRS) desde Estados Unidos.
Fuente: http://infocielo.com/nota/83974/el_senasa_aprobo_el_ingreso_de_carne_de_brasil_iquest_como_impacta_en_la_produccion_bovina/
Considero que mucho de los problemas que tenemos los argentinos para competir con otros países y que, como en este caso, seguramente se le demandará al gobierno tome medidas proteccionistas, se debe según mi óptica a la voracidad fiscal. Cualquier pequeña empresa argentina paga de impuesto a las ganancias el 40% más que una brasilera o una uruguaya. Y dejemos de lado el impuesto al cheque y otras «yerbas». Los subsidios en otros países son para favorecer la producción y no para hacer política, cosa que esperemos que en nuestra querida y vapuleada Argentina un día se acabe.